¿SUFRES DOLOR DE MUELAS?

Por lo general se describe como uno de los dolores más intensos que se pueden experimentar.

«Peor que un dolor de muelas» se suele decir. Los que tienen la suerte de no haber pasado por ese trance, realmente no saben la suerte que tiene. 

El dolor de dientes o de muelas aparece sin avisar para complicarnos la vida y arruinar todos nuestros planes. De hecho, cuando se presenta en lo único que solemos pensar es en venir a la clínica y en mejorar nuestros hábitos radicalmente.

El dolor de muelas o de dientes es sorprendentemente  común y se suele localizar en la mandíbula, aunque tiene tendencia a extenderse por el resto de la cara, los oídos, y hasta la cabeza. Si aparece, aquí nos tienes para tratar de localizar lo antes posible de dónde procede y cuál es el tratamiento que hará que sientas alivio inmediato.

El dolor de muelas suele estar asociado a malos hábitos de higiene bucodental, aunque  a  veces está causado por el desgaste natural de los dientes y la retracción de la encía. Esto merma las capas de protección de los dientes afectando a la pulpa, capa profunda que alberga los nervios.

Saber por qué duele es esencial para mitigar el dolor y combatir el problema. Además, si no se actúa rápido, existe el riesgo de que el dolor se extienda.

Si el dolor lo está provocando una caries, el tratamiento a seguir es el empaste. Si se  trata d e una caries muy  profunda, la solución pasa por la endodoncia. Si la caries duele y duele y no es tratada, a parte del insoportable dolor ponemos en riesgo los dientes de al lado y las propias piezas dentales afectadas. ¡Podemos llegar a perder los dientes picados!

Si el dolor lo está provocando una gingivitis, es decir, si la causa está en la encía, en los casos más extremos podemos llegar a necesitar  la extracción del diente. Pero para ello debemos haber detectado inflamaciones, sangrados, movilidad del diente… La gingivitis también es una enfermedad provocada por los malos hábitos de cepillado. Es el resultado de un exceso de placa bacteriana. Y  si no se trata  a tiempo puede devenir periodontitis, lo que afecta directamente al hueso.

El bruxismo también provoca dolor de muelas. Ya sabéis, la fuerza que hacemos al apretar los dientes unos contra otros consciente o inconscientemente. Lo provoca el estrés, anque también ciertos desviamientos de nuestra disposición dental, y se trata cambiando los hábitos además de con férulas de descarga.

Por supuesto, un traumatismo también puede ser la causa de un dolor dental. A veces  puede que una fisura imperceptible sea el origen del problema. O bien,  el dolor lo puede  causar la erupción de las muelas de juicio.

Existen otras causas, como la hipersensibilidad provocada por la exposición de las raíces. Este dolor es fácilmente localizable porque suele estar asociado al roce o a cambios de temperatura.

El flemón también es muy doloroso. Técnicamente  se le denomina absceno dental, y se producen por la proliferación de bacterias en la pulpa del diente, es decir, dentro. Esas bacterias  terminan por causar infecciones, inflamaciones, y un dolor… sencillamente horripilante.

Algo parecido aunque diferente es la pulpitis, es decir, la inflamación de la pulpa dental. Pero el dolor también lo puede provocar un problema en la propia articulación de la mandíbula.

Como veis hay muchos escenarios diferentes para el dolor dental. Peor hay  algo que tienen en común todos, y es la necesidad de venir al dentista. Aquí valoraremos tu caso a conciencia y lograremos encontrar la solución que tanto necesitas. Seguro que después no te  olvidas de mantener a rajatabla tu higiene bucal.