¿SE TE MUEVEN LOS DIENTES?

Los dientes siempre presentan cierta movilidad, y gracias a ello absorben ciertas fuerzas y presiones para así poder cumplir con su cometido.

Ahora bien, si sientes que tus dientes se mueven más de lo que han hecho siempre y es así a lo largo de un cierto tiempo, entonces conviene hacer una valoración minuciosa ya que podemos estar ante diferentes escenarios, alguno de los cuales puede entrañar problemas importantes.

La movilidad de los dientes puede avanzar a causa de una pérdida de agarre por parte de los elementos estabilizadores presentes en todo el llamado complejo periodontal –el hueso alveolar, el ligamento periodontal y el cemento– o bien porque empiezan a estar sometidos a una cada vez mayor presión.

Solo un examen clínico o una exploración exhaustiva puede diagnosticar claramente si el nivel de movilidad de los dientes es mayor del natural y por lo tanto preocupante en algún sentido.

A veces se recurre dispositivos electrónicos capaces de medir la resistencia que opone el diente ante aceleraciones y fuerzas. Es muy útiles para pacientes que se han sometido a tratamientos para recuperar la salud de sus encías.

Otras veces, el sistema de exploración es manual mediante el uso de instrumentos utilizados en diferentes zonas de la cavidad bucal para valorar los desplazamientos.

La movilidad dental se cataloga en grados, siendo 0 un movimiento natural o no teniendo ninguna movilidad y 3 el mayor grado, donde el movimiento se presenta tanto horizontal como verticalmente y es patológico.

Si hay movilidad dental lo más seguro es que haya algún tipo de enfermedad en curso que esté afectando a las encías. Esto puede estar provocado por una carencia importante de higiene bucodental. El sarro inflama las encías y favorece los procesos infecciosos que pueden terminar afectando a todas las sujeciones del complejo periodontal. Lo malo de este escenario es que podemos acabar encontrándonos enfermedades de encías irreversibles y la pérdida de los dientes.

A parte de las enfermedades de encías –desde la gingivitis a la piorrea o periodontitis– el bruxismo también puede provocar movilidad. El bruxismo es un exceso de carga en los dientes o exceso de mordida consciente o inconsciente que puede provocar inflamaciones, desgaste de los dientes, dolores de cabeza y mandíbula y también movilidad dental.

Una mala mordida o maloclusión puede también crear movilidad. Si los dientes están descolocados y siguen recibiendo carga, podemos encontrarnos con que toda la estructura de sujeción se resiente. No solo es un problema estético, sino que puede afectar a la salud de nuestra boca.

Hay enfermedades como la diabetes que también provocan movilidad en los dientes.

Algunas prótesis mal colocadas también provocan movilidad, o si hemos perdido algún diente y ese espacio no se ha reparado o rehabilitado, esto altera a la posición y sujeción de los dientes contiguos.

Por último, en muchos casos, los embarazos también provocan patologías en las encías que devienen movilidad dental.

En cualquier caso, si notas que tus dientes se mueven ven a vernos inmediatamente. De hecho, si no lo has hecho en los últimos 6 meses deberías hacerte una revisión completa que examine también este aspecto. Como siempre, un diagnóstico a tiempo contribuye de manera muy notable en la solución del problema.