¿ESTÁS SEGURO DE QUE NO TE HUELE EL ALIENTO?

Poco se habla del mal aliento teniendo en cuenta lo común y lo desagradable que es. ¿Sabías que 1 de cada 4 personas sufren o sufrimos mal aliento? ¿Te has  planteado que puedas ser tú? Solo en una pesadilla alguien es capaz de imaginar que le rechazan socialmente por su mal aliento y sin embargo es algo muy real. Ahora en tiempos de pandemia contamos con la barrera de las mascarillas que en gran medida amortiguan el aliento de los demás, sin embargo, las mascarillas no siempre estarán ahí y  cuando desaparezcan de la cotidianidad volverán a aparecer los olores desagradables provenientes de las bocas en malas condiciones de higiene y salud. Del mal aliento apenas se habla a no ser que haya mucha confianza; nos da casi tanto pudor señalarlo en los demás como que nos lo señales a nosotros y no es mala idea cambiar el chip y pedir a nuestro círculo que sean rabiosamente sinceros cuando se trate de hablar del mal aliento.

Cuando hay halitosis o mal aliento suele ser señal de hay una deficiencia de higiene, aunque esta no es la única causa. Conviene recordar que nosotros no nos olemos el aliento, estamos inmunizados a él por pura costumbre, lo que hace que el reconocimiento externo sea valioso y/o peliagudo a partes iguales. Si llegamos saber que tenemos mal aliento, conviene tener presente  diferentes posibles causas para ver qué está ocurriendo:

Lo más normal es que haya restos de comida en descomposición que están provocando la emisión de olores desagradables, pero puede estar cursando una infección, puede ser causado por una inflamación de encías, puede ser debido al sarro acumulado desde hace tiempo considerable, la sequedad de boca también causa mal aliento, así como el tabaco, algunos medicamentos o ciertos comestibles de olor y sabor muy fuerte como el café o el alcohol. En todos los casos es algo que se puede consultar a nuestros dentistas para estudiar causas y salir al paso con soluciones efectivas. Un examen a fondo puede prescribirte por ejemplo un tratamiento de limpieza profesional con curetaje o raspado para eliminar sarro. Ojo porque puede que la causa de tu mal aliento sea un problema digestivo, en cuyo caso desde nuestras clínicas te recomendaremos acudir a otro tipo de especialistas.

Una buena solución pasa siempre por cuidar la higiene bucodental. Cepillarse frecuente y correctamente, el uso de seda dental, enjuagues, raspadores e irrigadores elimina en gran medida las causas de la halitosis. También ayuda mantener una dieta equilibrada libre de alimentos de sabores, olores o colores intensos, la buena y correcta hidratación, evitar los dulces,… Sin embargo, venir a visitarnos y hacernos la consulta es desde luego la mejor forma de atajar este problema. Nada como un diagnóstico profesional. Solo un dentista puede asociar un problema de halitosis con un diagnóstico más grave. Imagina que puedes estar sufriendo una hernia de hiato, diabetes, problemas de hígado,… causas pueden ser muchas y cuando se presenta conviene prestarle atención  e ir descartando posibles causas. Una buena pauta puede ser: mantengo una buena salud oral, visito a mi dentista cada 6 meses ¿y aún así me huele el aliento? Entonces no  hay que dudar el acudir a la clínica y explicar lo que está pasando.

No todas las halitosis son iguales, por supuesto. Ya hemos visto que puede haber muy diversas causas, y por ello también hay diferentes intensidades y patrones de presencia. Sin embargo el 90% de  los malos alientos están provocados por causas presentes en la boca y por lo tanto nuestra clínica debe ser siempre la primera opción en caso de padecerlo. Si resulta que sospechamos que podemos padecerlo, es porque seguramente lo padecemos y nuestro entorno ya hace tiempo que lo nota o lo sufre en silencio. Lo de masticar chicle, es una medida bastante poco eficiente ya que puede enmascarar los efectos pero nunca resolver la causa. Hay halitosis provocadas por muelas picadas, por la lengua, por encías en mal estado, pro procesos infecciosos… Y nada más levantarnos por la mañana suele ser el momento de máxima intensidad de la halitosis. Si no desaparece con una buena higiene, ya sabes. Y si dudas, pídele a alguien confianza que  te diga la verdad en cuanto al aroma de tu aliento, ¡rompamos ese tabú! ¡Es cuestión de salud!