¿NECESITO UN EMPASTE?

Si tienes molestias o incluso dolor localizado en un diente en concreto y además has observado que en ese diente tienes algún tipo de mancha oscura, entonces con mucha probabilidad necesitas un empaste.

Por desgracia la mayoría de las personas no piensan en acudir a nuestra clínica hasta que algún tipo de preocupación o molestia les recuerda la importancia de su salud dental. Nunca nos cansaremos de recomendar la prevención y la higiene como las mejores medidas para prevenir cualquier tipo de patología.

Las caries es la patología más común con la que nos encontramos en nuestra clínica. Es especialmente frecuente en niños, en personas mayores y también en pacientes que no cuidan su higiene bucodental diariamente.

Las caries son cavidades en los dientes, huecos provocados por los ácidos que producen las bacterias que se acumulan en los dientes y que se alimentan de los restos de alimentos que quedan después de cualquier ingesta. Esas bacterias se comen los restos, se reproducen rápidamente formando una placa bacteriana y sus desechos ácidos atacan y desgastan los diente empezando por las capas más superficiales. Si una caries no se trata, elimina y rellena a tiempo, puede llegar a provocar la pérdida del diente.

El empaste es precisamente la técnica que nos permite rellenar, reconstruir y sellar las cavidades provocadas por las caries, y devolver los dientes a su estado y función original.

Los empastes  son siempre necesarios cuando aparecen las caries. Es un tratamiento prácticamente indoloro aunque sí puede provocar cierta hipersensibilidad en las horas o días posteriores que haga el diente tratado moleste especialmente al contacto con alimentos o bebidas o bien muy frías o bien muy calientes.

Si crees que puedes necesitar un empaste para detener el avance de una caries lo primero es por supuesto venir a visitarnos. Examinaremos en profundidad tanto la zona o el diente afectado como el estado de salud de toda tu boca. Es un tratamiento fácil, económico y rápido de aplicar que no obstante requiere cuidado, criterio, experiencia y la mayor profesionalidad posible. Tradicionalmente se han hecho empastes de muchos materiales, incluso de oro, pero lo habitual hoy en día es aplicar empastes de resinas compuestas cuyo color se asemeja asombrosamente al del diente original y permite recobrar la funcionalidad y aspecto del diente con una garantía de unos diez años.

Los empastes requieren, igual que nuestra boca en general, el máximo cuidado, y cuanta más atención pongamos en nuestra higiene bucodental diaria mejor resultado tendrán y más tiempo podremos disfrutarlos. Cepillarse los dientes entre dos y tres veces al día, usar hilo, enjuague e irrigador dental son las medidas más efectivas para el cuidado diario. Y por supuesto, no hace falta esperar a sentir molestias para venir a visitarnos y hacerte una revisión.