¿PUEDO HACERME UN BLANQUEAMIENTO?

El blanqueamiento es una técnica odontológica que devuelve a tus dientes un tono blanco y favorecedor.

Todo el mundo desea tener unos dientes blancos y de anuncio, y mediante las técnicas de blanqueamiento es posible.

Se trata de un tratamiento sencillo, aplicado por un profesional no entraña riesgos, sin embargo requiere algunas condiciones.

Es imprescindible tener los dientes absolutamente despejados de placa bacteriana. También lo es tener las encías sanas. No debe haber ninguna caries, ninguna fisura, ni ningún empaste dañado. Y es imprescindible tener unos hábitos de higiene diarios absolutamente cuidados.

En caso no cumplir con uno o varios de estos requisitos previos, lo primero será resolver cualquier problema.

Por otro lado, hay personas que por sus circunstancias o condiciones tampoco son aptos para someterse a un blanqueamiento:

Generalmente, este es un tratamiento para pacientes a partir de 13 años –es decir, es necesario disponer de una dentadura adulta definitiva para poder hacerlo–.

No está recomendado para mujeres embarazadas o en proceso de lactancia.

Y tampoco está recomendado para personas que padecen hipersensibilidad dental.

Hay varias técnicas de blanqueamiento a las que podemos recurrir:

Existe blanqueamiento dental con férulas que se puede hacer desde casa. Al paciente se le fabrican unas férulas a medida mediante moldes de las dos arcadas que se utilizarán para poner en contacto sus dientes con el gel blanqueador. El tiempo de tratamiento puede variar en función de las recomendaciones que te demos y no implica ninguna molestia salvo algo de sensibilidad dental. Y el resultado es progresivo pero muy efectivo.

También existe el blanqueamiento con luz led. Con solo una sesión es suficiente. Resulta muy rápido, sencillo y es completamente indoloro. Gracias a la luz led, el producto blanqueante se activa ofreciendo resultados inmediatos y muy apreciables.

Para un blanqueamiento efectivo y duradero recomendamos combinar ambas técnicas.

Blanquearse los dientes ha pasado a ser uno de los tratamientos más comunes y demandados, pero es importante cuidar ciertos aspectos. Lo primero asegurarte de que vienes a hacértelo con profesionales perfectamente cualificados. No solo cuidaremos de todos los aspectos sino que te aconsejaremos lo mejor para tu caso en concreto. Debes tener en cuenta que es probable que tras el tratamiento notes cierta sensibilidad dental que puede llegar a ser molesta. Es importante que tengas una buena salud de base antes de hacerlo. No es demasiado compatible con fumar ni con tomar en exceso alimentos capaces de teñir los dientes como el café, las bebidas de cola, los frutos rojos, etc. No descuides tu higiene diaria. Y tampoco te fíes de los métodos rápidos y baratos que se anuncian por ahí. Si quieres hacerlo, hazlo acompañada de un profesional y no acudiendo a fórmulas mágicas de dudosa efectividad y beneficio para la salud.

Si estás interesada en hacerte un blanqueamiento, pásate y te informamos de todo lo que puedes hacer. Seguro que te animas.

LIMPIEZA PROFESIONAL vs LIMPIEZA EN CASA

La limpieza profesional realizada por nuestros dentistas es indispensable cada 6 meses y no es algo de lo que se deba prescindir ni siquiera manteniendo una higiene bucodental perfecta.

En ambos casos, la finalidad es eliminar restos, placa bacteriana y sarro, pero son dos aspectos completamente diferentes aunque absolutamente necesarios para prevenir las patologías orales más comunes como caries y gingivitis.

La higiene bucal debe realizarse entre 2 y 3 veces al día de forma completa y cuidadosa, empezando por el cepillado y siguiendo con el uso de hilo dental, enjuagues o colutorios y finalmente irrigador bucal. Esto hace que eliminemos la mayor parte de los restos de alimentos que han quedado atrapados.

Ahora bien, para una excelente salud, la higiene diaria hay que complementarla con limpiezas profesionales y revisiones cada 6 meses. La técnica más efectiva en estas limpiezas es mediante ultrasonidos. Gracias a estas limpiezas estaremos seguros de haber eliminado el sarro y estar previniendo futuras afecciones tanto en los dientes como en las encías.

También conviene tener en cuenta que cuanto más jóvenes más necesario es cuidar la limpieza integral. La gente muy joven, adolescentes y niños tienen unos porcentajes de caries muy superiores al de las personas más mayores sobretodo porque el azúcar está muy presente en bebidas y comestibles que toman con asiduidad.

Los cepillos electrónicos son un excelente aliado para mantener la salud oral en casa. Son precisos, nos pueden avisar de cuándo hemos terminado, su uso es agradable y son muy efectivos eliminando restos y placa si se usan correctamente. Se han de cepillar los dientes por las superficies exteriores, las inferiores y las masticatorias.

Sin embargo, si queremos eliminar el sarro, y siempre deberíamos, tendremos que someternos a un tratamiento de limpieza profesional. El sarro es duro, amarillo, y se deposita en lugares de difícil acceso. No solo afea la sonrisa sino que hace proliferar las bacterias en nuestra boca causantes de enfermedades tanto en dientes como en encías. De hecho, el sarro son bacterias calcificadas y solo es posible eliminarlo mediante limpieza con ultrasonidos. El cepillado no es capaz de eliminarlo.

La limpieza es siempre la clave de la salud bucodental. La limpieza en casa es imprescindible pero sin la limpieza profesional seguimos expuestos a todo tipo de afecciones y enfermedades.

Y además… pocas cosas tan satisfactorias como salir de nuestra clínica y sentir los dientes absolutamente limpios y sanos.

¿Por qué no te pasas a que te echemos un vistazo y hagamos una limpieza?

¿SE TE MUEVEN LOS DIENTES?

Los dientes siempre presentan cierta movilidad, y gracias a ello absorben ciertas fuerzas y presiones para así poder cumplir con su cometido.

Ahora bien, si sientes que tus dientes se mueven más de lo que han hecho siempre y es así a lo largo de un cierto tiempo, entonces conviene hacer una valoración minuciosa ya que podemos estar ante diferentes escenarios, alguno de los cuales puede entrañar problemas importantes.

La movilidad de los dientes puede avanzar a causa de una pérdida de agarre por parte de los elementos estabilizadores presentes en todo el llamado complejo periodontal –el hueso alveolar, el ligamento periodontal y el cemento– o bien porque empiezan a estar sometidos a una cada vez mayor presión.

Solo un examen clínico o una exploración exhaustiva puede diagnosticar claramente si el nivel de movilidad de los dientes es mayor del natural y por lo tanto preocupante en algún sentido.

A veces se recurre dispositivos electrónicos capaces de medir la resistencia que opone el diente ante aceleraciones y fuerzas. Es muy útiles para pacientes que se han sometido a tratamientos para recuperar la salud de sus encías.

Otras veces, el sistema de exploración es manual mediante el uso de instrumentos utilizados en diferentes zonas de la cavidad bucal para valorar los desplazamientos.

La movilidad dental se cataloga en grados, siendo 0 un movimiento natural o no teniendo ninguna movilidad y 3 el mayor grado, donde el movimiento se presenta tanto horizontal como verticalmente y es patológico.

Si hay movilidad dental lo más seguro es que haya algún tipo de enfermedad en curso que esté afectando a las encías. Esto puede estar provocado por una carencia importante de higiene bucodental. El sarro inflama las encías y favorece los procesos infecciosos que pueden terminar afectando a todas las sujeciones del complejo periodontal. Lo malo de este escenario es que podemos acabar encontrándonos enfermedades de encías irreversibles y la pérdida de los dientes.

A parte de las enfermedades de encías –desde la gingivitis a la piorrea o periodontitis– el bruxismo también puede provocar movilidad. El bruxismo es un exceso de carga en los dientes o exceso de mordida consciente o inconsciente que puede provocar inflamaciones, desgaste de los dientes, dolores de cabeza y mandíbula y también movilidad dental.

Una mala mordida o maloclusión puede también crear movilidad. Si los dientes están descolocados y siguen recibiendo carga, podemos encontrarnos con que toda la estructura de sujeción se resiente. No solo es un problema estético, sino que puede afectar a la salud de nuestra boca.

Hay enfermedades como la diabetes que también provocan movilidad en los dientes.

Algunas prótesis mal colocadas también provocan movilidad, o si hemos perdido algún diente y ese espacio no se ha reparado o rehabilitado, esto altera a la posición y sujeción de los dientes contiguos.

Por último, en muchos casos, los embarazos también provocan patologías en las encías que devienen movilidad dental.

En cualquier caso, si notas que tus dientes se mueven ven a vernos inmediatamente. De hecho, si no lo has hecho en los últimos 6 meses deberías hacerte una revisión completa que examine también este aspecto. Como siempre, un diagnóstico a tiempo contribuye de manera muy notable en la solución del problema.