CÓMO DISFRUTAR DE UNA SALUD ORAL PERFECTA

Claramente, una boca perfecta es aquella que no solo luce de maravilla sino que además disfruta de una excelente salud. Según la OMS la boca perfecta es aquella en la que no hay dolor, infecciones, cáncer, enfermedades de encías, caries, trastornos en la masticación, patologías que limiten las funciones orales, ni falta ninguna pieza dental. Gran parte de la salud oral depende de mantener a raya las bacterias que están presentes en la boca debido al constante intercambio entre el interior y el exterior.  Las bacterias pueden proliferar y desestabilizar nuestro estado de salud, y para que eso no ocurra es esencial incorporar una serie de hábitos de cuidado diarios. Recuerda que un buen estado de salud general siempre empieza por la boca.

Primer consejo: ven a. vernos al menos dos veces al año. Aunque nuestros hábitos de higiene sean correctos, siempre hay medidas o cuidados que nosotros no somos capaces de auto aplicarnos. Por ejemplo, para eliminar el sarro es imprescindible venir a la clínica y llevar a cabo un tratamiento específico. Pero a parte de los tratamientos, es esencial la labor de prevención que hacemos en la clínica. En cada visita vamos a examinar a fondo tu boca y hacer una valoración general no solo de cómo estás sino de qué podría estar ocurriendo en tu boca sin que te des cuenta.

El cepillado es la gran medida higiénica que no puede faltar después de cada comida. Nunca, jamás, bajo ningún concepto, deberíamos acostarnos sin lavarnos los dientes porque es en esas horas, en las que disminuye el flujo de saliva, donde se dispara el riesgo de caries. Y no solo has de cepillarte, sino hacerlo correctamente: con movimientos circulares, con el cepillo correctamente inclinado, incidiendo también en las encías, con la presión adecuada, evitando el cepillado horizontal y obviamente con un buen cepillo, no desgastado y bien limpio. Si no tienes un cepillo a mano, puedes comer algún caramelo o chicle con xilitol para ayudar a limpiar en cierta medida los dientes.

Tras el cepillado es muy recomendable limpiar las zonas interproximales

con seda o hilo dental o bien con un irrigador. ¡No te olvides de limpiar tu lengua! En ella se acumulan muchísimos restos de comida y por lo tanto proliferan los microorganismos. Y tras la lengua es momento de enjuagar la boca para remineralizar, higienizar y reducir la acidez. Es importante tener en cuenta que el enjuague en ningún caso sustituye al cepillado.

Y dicho todo esto, no es más limpio el que más limpia sino el que menos ensucia. Por eso también es esencial cuidar la alimentación. Reduce el consumo de azúcar y carbohidrato, de alcohol y de sustancias capaces de manchar o teñir los dientes. Si  eres fumador, ya sabes, y por favor, piensa en. beber agua en lugar de otros refrescos o bebidas.

El cuidado de la salud oral también pasa por incorporar una férula de descarga que evite el bruxismo y cuide los dientes por la noche. Y por supuesto, si tienes alguna afección en la boca, deja de posponerlo. En CLÍNICA DENTAL ARGEME trabajamos todos los días para que luzcas una bonita sonrisa y estaremos encantados de recibirte. ¡Recuerda que la primera visita es gratuita!